miércoles, 4 de abril de 2007

Mirlo que me acompañas


Amanece un nuevo día...muchos sin mi pequeño amor, demasiados sin duda.
El café humeante en la mesa y alguna que otra tostada recién hecha.
Días grises, soleados, lluviosos, días de frío o de calor....indiferente todo... siempre me acompaña, siempre.
Posado en su rama me saluda cada mañana.
Parece que me espera, que me alienta...
Una caricia en mi retina despierta mi corazón.
Es pequeño, menudo...siento que me observa.
Me abrazo a mi misma deseando que en ese abrazo esté el suyo.
Sigue estando ahí.
Solo tres tazas en la mesa...y un mirlo a través de mi ventana.

Te amo Marcos, pequeño gran amor de mi vida.

2 comentarios:

Sandra dijo...

Abrazado a ti, a tus entrañas.. ahí descansa, regalándote ese calor que desprendes con tus palabras... no sufras... regálale sonrisas.. un muy fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

se que me creerás...cuando Alfonso partió, llamé de inmediato a casa de mis padres(junto a la mía), para decirle lo que temían...y mi mamá me dijo: "ya lo sabía"...y yo muy enojada pregunté quién se había atrevido a decirselo en apenas unos minutos de sucedido...y ella me contestó que ..."nadie, un chingolo vino a la ventana de mi cocina y golpeó el vidrio con su pico...era Alfonso que se despedía..." lloramos juntas en el telefono y siempre recordamos ese momento
...pero durante muchos años donde yo iba,,,,hasta en los lugares más insólitos, un chingolo me seguía, con su canto lastimero, y yo lo buscaba y teníamos un fluído y alocado diálogo que solo gente como mi esposo, mi único testigo, o como tú entenderían...han pasado los años y no se si me alegra o me entristece...pero sus visitas son mas espaciadas, pero no menos sentidas...MARA.-