lunes, 2 de abril de 2007

Subir, subir...



Ha sido fin de semana y hemos logrado recuperar algo de energía entre papá, Daniel y yo. Desde tu partida, querido hijo, nada es lo mismo ya, los días tienden a ser grises, monótonos y llenos de vacío….que paradoja…llenos y vacíos.
Te buscamos en todas partes, es un caminar con el objetivo puesto en recuperar tu esencia y lo que mana de ella. Descubrimos nuevas conciencias, nuevos sentimientos que nos acercan cada vez más a ti, chiquitín…tú siempre estás estoy segura, aunque muchas veces te siento tan lejano…ruego y suplico que aparezcas en mis sueños para poder estrecharte de nuevo en mis brazos y besar tu linda cabecita, y creo que cuanto más me obsesiono con ello menos lo logro…pero es curioso, lo que sueño últimamente tiene siempre algo que ver contigo…no te veo físicamente, pero te percibo en cada escena. Eres en mis sueños un señuelo que guía todas las interpretaciones posibles, estás pero no estás…que difícil saber explicarlo con palabras.
Ayer nos echamos al monte, Marcos, a papá le apetecía mucho que le acompañáramos en una de sus salidas, que compartiéramos juntos un día de conexión con el todo, con nuestro ser, con el tuyo a fin de cuentas. Así que nos fuimos hasta Sonabia dispuestos a subir el monte Candina, y he experimentado algo nuevo: que distintas se ven las cosas desde arriba, que visión más distorsionada tenemos muchas veces de las cosas cuando nos acostumbramos a verlas siempre desde un mismo plano. Estar allí arriba ha sido fantástico Marcos, y eso que ya sabes tú lo que me cuesta subir…pero ayer sentí que me empujabas.
Cuando vi el desnivel al que tenía que enfrentarme vino a mi mente como un fogonazo un pensamiento o frase impuesta, yo que sé, era la siguiente:” Raquel, imagínate que alguien te dice que Marcos está allí arriba…subirías hasta descalza verdad, aunque fuera de rodillas y con los ojos vendados…” y es que es así mi vida…no hay nada mejor que una buena motivación para superar nuestros miedos, para vencer nuestras dificultades, nada mejor que la disposición con la que afrontamos la vida….
Marcos tú también estabas con nosotros tres…aquellos tres globos allí en lo alto a merced de las corrientes de aire, aquellas gaviotas volando libres , aquellos buitres en sus nidos protegiendo a sus crías, el rugir del mar, el frescor del viento, el paisaje tan imponente a nuestros pies, todo , todo, todo.
Te amo Marcos….te amo, te amo hijo…hoy encaro la semana con otra energía, tal vez mañana la pierda, es probable, pero empiezo a reconocer las herramientas de las que dispongo para retomarla cuando se disipa, y siempre, siempre me ayudas a manejarlas.
Te echo tanto de menos, morenín mío…empezó la primavera, esa que ahora tu disfrutas para siempre…quiero vivirla contigo, desde aquí, desde ahora, desde mi corazón, el tuyo.
Mamá

1 comentario:

Sandra dijo...

Mucha fuerza... no posseo las palabras para expresar con ellas la belleza y sentimiento que me han penetrado al leer este rincón.. Un abrazo, mejor unos cuántos... una sonrisa, calma , serenidad.. y mucha fuerza. Un beso.